¿PORQUÉ ADOPTARON EL NOMBRE DE
“CRISTIANOS”?
a).- Lo usurparon, como queda demostrado.
Al usurpar un título que no les pertenece, usurpan en el mismo golpe su
historia, sus méritos, su fama universal. Hacen rememorar, por este nombre, lo
que la Iglesia Católica muestra al mundo y a la historia en sus Apóstoles,
Pastores, Doctores, Confesores, Vírgenes, Monjes, Ascetas, Místicos. . . Nunca
hubieran creído los Mártires que, después de haber ellos afrontado los
tormentos y la muerte con su perseverante “soy cristiano”, andando los siglos
Gonzalo Vega y cómplices, elegantemente vestidos de casimir inglés, cómodamente
arrellanados frente a lujoso escritorio, trazarían planes para usufructuar los
méritos de su martirio con sólo organizar una secta de engañados que repitieran
“soy cristiano”, ¡y precisamente para destruir al verdadero cristianismo!.
Esperaban impresionar a sus
adeptos con una historia que no han vivido y que sólo han escrito con su
fidelidad y su ortodoxia invariable los auténticos cristianos: aquella historia
que firmaron en su sangre innumerables Mártires que sí amaban a Cristo; no los
que dijeron con soberbia: “No le serviré”.
b).- Como un signo patente de
esta rebeldía, Gonzalo Vega emprende la construcción de un gran templo sobre
una colina de Calacoaya. Es un modo sutil de esclavizar a cuantos han creído en
sus embustes: los ha comprometido a cooperar a marchas forzadas y ha absorbido
la fortuna de muchos. Preocupados por el edificio, no miran a su alrededor y se
fanatizan más y más.
Debemos reflexionar, hermanos,
que la lucha presente no es un concurso de Arquitectura o de albañilería, sino
una confrontación teológica en que va, nada menos, que la salvación de nuestras
almas: se confronta lo que dice la Iglesia Católica con lo que contradice Gonzalo
Vega.
Sí se tratara de concursos
arquitectónicos, aún en ese terreno material ganaría la Iglesia, pues el menor
de nuestros templos reserva la grandeza de las generaciones antiguas. ¿Podrá
compararse la aparatosidad de ese “templo” con Santa Prisca de Taxco o Santa
Clara de Querétaro? Ni compararlo con la Catedral de Puebla o la de
Guadalajara, la de Chihuahua. . . la de México, considerada ésta como el
monumento religioso más importante de América. ¿Podrá alguien comparar la
construcción de Gonzalo con la Catedral de Milán, riquísima en su material y
perfecta en su estilo? ¿Habrá alguna semejanza entre los alardes
exhibicionistas de Gonzalo y de otras sectas, con la Basílica de San Pedro,
donde la humanidad ha reunido los tesoros de muchas generaciones para culto de
Dios? ¿Y Santa Sofía de Constantinopla, construida por el Emperador católico
Justiniano, envidia de los musulmanes que la retienen cautiva desde hace mil
años, habrá de avergonzarse ante los balbuceos constructivos de Gonzalo Vega?.
Que gire su vista por el orbe
católico y vea preciosidades erigidas a la gloria de Dios; la Basílica de la Inmaculada
Concepción en Washington, la de San José de Mont-Royal en Montreal, la Catedral
de Burgos, la Basílica de Nuestra
Señora de Luján en Argentina. . .
¿Tiene la estructura de Gonzalo
este sentido espiritual o este Tesoro Divino?
¡ ¿Qué no hagan el ridículo
quienes ensayan ese “cristianismo” superpuesto. La estructura de Gonzalo es tan
sólo un monumento a la apostasía !
Abran los ojos, hermanos, y no se
dejen cautivar. La confrontación no es arquitectónica ni de pujos económicos,
sino teológica: es la verdad comparada con el error; la Gracia Santificante
contrapuesta al pecado.
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