6°.- Ni mencionar,
pues sería sobreabundar, la Epístola a los hebreos; .en la cual exalta el
Apóstol la Divinidad, el Sacrificio Redentor y el triunfo de Nuestro Señor Jesucristo.
Bastaría remitirnos a los primeros versículos del primer capítulo para
encontrar un rico arsenal de textos escriturísticos que concluyen este Dogma.
Ahí le contemplamos superior a los Patriarcas, Profetas y justos del
Antiguo Testamento; Hijo, Heredero directo, Factor de la creación, Consubstancial,
poderoso, providente, Redentor, entronizado en la gloria de Dios, superior a los
Angeles, poseedor del Nombre – sobre – todo - nombre...
Discurre sobre su superioridad frente a los Angeles exaltando su eterna generación,
su Filiación divina, ponderando la sujeción de los Angeles hasta la adoración.
El es poseedor de un trono eterno y de una realeza divina, ha sido ungido
Cristo - Mesías, vive para siempre y su triunfo es absoluto.
Respecto a la Consubstancialidad, nos complace detenernos, aunque sea brevemente,
en estas palabras: "El cual, siendo destello esplendoroso de su Gloria e impronta
de su Substancia..." (Hebr. 1-3).
"El cual", Jesucristo, que es la figura temática de esta
Epístola.
"Destello esplendoroso de su Gloria..." El mismo resplandor de la
Luz, sin el cual no habría Luz, y sin Luz no hay Resplandor; luz y resplandor
se convierten, como la reciprocidad de los conceptos Padre-Hijo.
"Impronta de su Substancia". Esto es, la impresión primera, única
y exhaustiva de su Esencia Divina, distinta de quien imprime que es el Entendimiento
del Padre, pero igual a lo que imprime, que es la Substancia: es, pues, Persona
Divina distinta de la Persona del Padre, pero igual en la misma y plenísima
Divinidad.
Con estas palabras nos ha dado a conocer el Espíritu Santo el sentido profundo
de lo que antes nos había revelado acerca de la Eterna Sabiduría: "Es una
exhalación de la potencia de Dios y un limpio efluvio de la. Gloria del Todopoderoso...
Porque es irradiación esplendorosa de la Eterna Lumbre y espejo inmaculado de
la energía de Dios, y una imagen de su bondad" (Sap.Vll - 25 -26).