Después
de la crudelísima persecución de Galerio y Diocleciano, imperando ya
Constantino, volvió la polémica y apareció Arrio, de cuyas doctrinas heréticas
son resucitadores, usufructuarios y usureros económicos los actuales
"Testigos deJehová". El error de Arrio estriba en una falsa concepción
de "eternidad". Propuso su doctrina en conferencias, disputas,
sermones, libros, y hasta por medio de canciones populares. Primero fue
condenado por un sínodo reunido por su Obispo Alejandro; y, al no retractarse,
por el famoso Concilio de Nicea. Desterrado a Palestina, fue posteriormente
repuesto en Alejandría pero el pueblo lo rechazó. Sus partidarios le prepararon
un gran recibimiento en Constantinopla, pero cuando se encaminaba triunfalmente
a tomar posesión de esa sede, una indisposición le hizo acudir a la letrina,
donde inmediatamente reventó por medio como Judas. ¡ Castigo de Dios !
Es
desleal e injusto que, para justificar las herejías de los Testigos de Jehová,
que no es más que el arrianismo puro, quieras ahora achacarlas a toda la
Iglesia primitiva. Y que digas lo que dijeron los arrianos en el Concilio y
calles lo que en realidad dijo el Concilio mismo como conclusión dogmática. No
lo dijo Constantino, que en las sesiones tuvo su trono aparte. No el Obispo
Osio, que presidió, ni los Legados Pontificios, ni la mayoría de votos como en
las actuales democracias, sino que el Espíritu Santo, que ilumina y asiste a los
Concilios Ecuménicos. No olvides la definición del Concilio de Jerusalén: "Ha
parecido al Espíritu Santo y a nosotros...." (He. XV- 28).
Con
todos estos elementos te, desengañarás. También antes del Concilio de Nicea se
escribía, se hablaba y sobre todo se creía en la Santísima Trinidad y jamás
desde el punto de vista de la herejía subordinaciana; la cual, si es verdad que
asomaba por algún lado, fue pronto condenada y sus seguidores invitados a
retractarse bajo pena de ser excluidos de la Iglesia. La terminología teológica
era defectuosa, arcaica, tentativa y hasta aventurada, pero la fe era tan clara
como la que ahora expresamos con la formula "Uno en esencia y Trino en
Personas". Las disputas anti-arrianas esclarecerían las relaciones de los
términos teológicos y fijarían la terminología para expresar los conceptos con
acuerdo universal; pero esas disputas no inventaron la Fe Trinitaria. Esta
brotó de labios del Redentor y fue entregada a la Iglesia por medió de los
Apóstoles.
Ojalá
escribieras el libro que te propones sobre patrología trinitaria. Así quiso
hacerla para refutar
la
Jerarquía Católica el protestante Adolf von Harnack y descubrió que la fe de la
Iglesia primitiva es la misma que se cree y sé vive en nuestro Siglo. Sólo te
recomiendo que tus fuentes de documentación sean auténticas y no utilices la de
los "anti testigos", que sólo transmiten ambigüedades de mala fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario