Solución
B.-Indulgencias.- ¿Quién protestó contra las Indulgencias y calificó de
"venta" su predicación? ¿Una persona honrada, decente, equilibrada?
No. Un sujeto cuya vida y milagros conoce todo aquel que haya visto algún
esbozo de la historia universal:
Martín
Lutero, fundador del Protestantismo; cuyos amargos frutos sigue sufriendo el
mundo y de cuyas falacias tú mismo eres víctima, ya que los fundamentos de los
Testigos son radicalmente protestantes.
¿Quiénes
han hecho eco al mito de la venta de Indulgencias? Los sectarios de todas las denominaciones,
incluyendo a los Testigos de Jehová, que no desaprovechan noticia verdadera o falsa
para lanzarse contra la Iglesia. Los masones, los impíos, los que no tienen fe.
Para
conocer lo que son las Indulgencias se necesita fe en las realidades
sobrenaturales; fe en la autoridad espiritual de San Pedro, a quien dio el Señor
poder de atar y desatar (Ver Mth, XVI -19) y para saber si fue venta simoníaca,
se requiere leer la historia imparcial.
Quisiera
borrar de tu mente esa mala impresión, aclarando:
a)
Que el tema de las Indulgencias ha degenerado, al
grado de que la famosa Dra. Ikrám Antaki (siria y ortodoxa) ha afirmado en la
radio que el Papa vendía pedazos de cielo.
b)
Quiero aclararte que en ese tiempo y en tiempos
anteriores fueron emprendidas obras
monumentales en beneficio público, obras de misericordia, etc. bajo la
promesa de una indulgencia para los cooperadores con su trabajo personal o aportaciones
económicas.
c)
En estas ocasiones, se suplicaba a todos fueran generosos
a proporción de sus posibilidades; pero si alguien no podía dar su trabajo o
dinero, bastaba con rezar por el éxito de la obra, con ofrecer a Dios sus penas
o enfermedades para ganar la Indulgencia.
Esto no es venta de indulgencias. Esto no es simonía, ni
vender pedazos de cielo.
Tal ocurrió en el Pontificado
de Julio II y se intentó en el de León X, para terminar la construcción de la
Basílica de San Pedro. Como esta era obra de toda la Cristiandad, se hizo
colecta en distintos países con gran entusiasmo de los pueblos; pero la
difamación comenzó en Alemania por la rebelión de Martín Lutero, padre del
protestantismo.
Es precisamente el protestantismo quien ha degenerado más
el tema.
Solución
C.-Corrupción Renacentista.- Es un hecho innegable que un notable
porcentaje del Clero y hasta del Vaticano sufrió una crisis de moral y disciplina
en los siglos del Renacimiento: concretamente, fines del XV y casi todo el XVI.
Fue una relajación creciente, pero no hubo alteración de los dogmas; es necesario
distinguir y afianzar.
También
hay que afirmar que esa relajación no fue ni generalizada ni oficial; esto es,
ni fueron todos, ni fue institucionalizada.
No
todos, pues hubo en esa época santos y santas notables; el mismo Martín Lutero
varias veces describió su propio monasterio como un modelo de austeridad y
observancia, cosa que él mismo vivió, aunque después descalificara el mérito de
las buenas obras, y por eso lo describía. El escándalo que el mismo Lutero
causó por sus escritos, prédicas y conducta, las respuestas y polémicas con que
eclesiásticos y seglares rebatían sus herejías y le echaban en cara su conducta,
son testimonios de que si habían eclesiásticos observantes; también había
cristianos fervorosos y Sacerdotes seriamente posesionados de sus obligaciones para
con Dios y el prójimo. Lo dicen las grandes multitudes que seguían los jubileos
e Indulgencias para ponerse en estado de Gracia, reconciliarse con Dios y el
prójimo, para comulgar fervorosamente. Todo esto implicaba un cultivo de la
piedad popular con un dinamismo tal, que agotaba a los pastores de almas. Lee
la historia imparcial.
Me
citas a "un escritor", tal como lo hacen las revistas de los llamados
"Testigos", que nunca proporcionan datos precisos: nombre del autor, fecha
del escrito, publicación, etc. Y aún así, habrá que ver las tendencias
ideológicas del referido autor, conocido perfectamente en su casa, y si sus
frutos son como los amargos frutos que dan los' "ex", que siempre
muerden la mano de quien los favoreció, para justificar su separatismo. De mi
parte; yo si autorizaría a las personas sensatas a caminar por los alrededores
de las instalaciones de Broocklyn, pero sólo armadas de un Crucifijo y agua
bendita, porque estoy convencido de que el demonio tiene su trono en esas
instalaciones.
DlSTICIÓN:
Después de responder a estos tres puntos históricos, quiero que distingas entre
la Divina Institución de Jesucristo, la Iglesia como tal, y los hombres que la
formamos. La Divina Institución es Santa, pues es Santo su Fundador, y puso en
ella todos los medios suficientes para santificar a las almas. Ha dado óptimos
frutos en todos los que, voluntaria y meritoriamente oyen su voz y siguen su
dirección espiritual; con lo que se prueba que ella es Santa e Inmaculada.
Y
que de esa Institución purísima sepas distinguir a los hombres que no oyen su
voz ni siguen su dirección espiritual ni aprovechan los medios de santificación
que Ella les ofrece. Estos frutos malos son responsabilidad personal de todo
aquel que usó mal de su libertad de elección.
Uno
y otros están en la Iglesia como están en el campo del Padre de familias: el
trigo y la cizaña, y el mismo Padre impide que sean separados antes de la
siega. Al final será la decisiva y la Iglesia brillará más con los auténticos hijos
que siempre le fueron fieles y con los que de cizaña se convirtieron en trigo,
por la gracia de Dios y amorosa paciencia de la Santa Madre Iglesia.
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