lunes, 20 de abril de 2015

Algunas Objeciones de los Testigos de Jehova(cont.)

OBJECIÓN 15.- EL INFIERNO NO EXISTE.-
Por haberme ocultado la Biblia, yo no sabía que el Infierno no es realmente lo que me contaron en la Iglesia Católica, o sea: un lugar de castigo con fuego eterno; pues cuando la Biblia habla de "fuego" y "crujir de dientes", etc. es un lenguaje simbólico en el Libro de Revelación o en las parábolas.

La palabra hebrea que se usa (o en griego del N. Testamento) es la misma palabra que se usaba para designar las afueras de la Ciudad, donde se tenía fuego constante (a fuerza de azufre) para quemar los animales y criminales muertos, basura, etc.

Así es que "arrojar" a los malos a este lugar, significa destrucción no que van a estar sufriendo por siempre.
Aprendiendo esto, me pareció muy lógico y me dio gran alivio, pues Dios no es cruel, sino misericordioso.

SOLUCIÓN 15.- También me repites las objeciones contra el Infierno. Todo lo reducen tus maestros a la etimología de las palabras y desbaratan el sentido del Escritor Sagrado. Cualquiera que haya sido el punto de comparación que para inteligencia nuestra tomara el Divino Maestro , la
descripción de este castigo es clara: tenebrosidad, llanto, desesperación, fuego, compañía de demonios, lejanía y apartamiento de Dios, bajo una sentencia infalible, irrevocable, y lo que es peor, para siempre; eterno.

Aunque los Testigos de Jehová se burlan del terrible pasaje propuesto por el mismo Cristo en Luc. XVI, 19-31, podemos asegurar que ésta descripción, como las anteriores, no la hicimos nosotros, sino la Verdad Eterna. Consulta la verdadera Biblia para concluir que las burlas que del infierno hacen los directores de la Secta Tenebrosa, son manifestaciones de despecho: porque ellos no quieren cielo, sino tierra: un paraíso terrenal por mil años; y como impíos que son, desesperan de la eternidad bienaventurada. Quisieran que el infierno no existiera; pero la sentencia está dada: "Entonces comenzaréis a decir: comimos y bebimos en tu presencia y enseñaste en nuestras plazas. y os dirá: no sé de dónde sois; apartaos de mí todos los que obráis la iniquidad. Allí será el llanto y el rechinar de dientes ..." (Luc. XIII, 26-27). Y la ratificación final y universal en el último día: "Apartaos de mí, malditos; id al fuego eterno..." (Mth. XXV-41).

Dios es bueno pero al mismo tiempo es veraz; sus atributos se identifican con su Esencia. Así, es infinitamente misericordioso e infinitamente justo sin dejar de ser infinitamente amoroso y bueno. El que ejerza su infinita justicia punitiva contra los rebeldes a su voluntad y contra quienes negaron la verdad conocida, no le quita el ser infinitamente Bueno; antes es condición de su Justicia el ser infinitamente Santo y conservar el orden de equidad rechazando el mal y amando el bien.


Que los falsos Testigos no te adormezcan la conciencia con una falsa esperanza que en la Iglesia llamamos presunción. Es exponerse a la condenación el creer que se salvará quien despreció a la verdadera Iglesia, pues siempre será verdad aquel dicho de los teólogos patrísticos: "Fuera de la Iglesia no hay salvación".

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