OBJECIÓN
15.- EL INFIERNO NO EXISTE.-
Por
haberme ocultado la Biblia, yo no sabía que el Infierno no es realmente lo que
me contaron en la Iglesia Católica, o sea: un lugar de castigo con fuego
eterno; pues cuando la Biblia habla de "fuego" y "crujir de
dientes", etc. es un lenguaje simbólico en el Libro de Revelación o en las
parábolas.
La
palabra hebrea que se usa (o en griego del N. Testamento) es la misma palabra
que se usaba para designar las afueras de la Ciudad, donde se tenía fuego
constante (a fuerza de azufre) para quemar los animales y criminales muertos, basura,
etc.
Así
es que "arrojar" a los malos a este lugar, significa destrucción
no que van a estar sufriendo por siempre.
Aprendiendo
esto, me pareció muy lógico y me dio gran alivio, pues Dios no es cruel, sino misericordioso.
SOLUCIÓN
15.- También me repites las objeciones contra el Infierno. Todo lo reducen tus maestros
a la etimología de las palabras y desbaratan el sentido del Escritor Sagrado.
Cualquiera que haya sido el punto de comparación que para inteligencia nuestra
tomara el Divino Maestro , la
descripción
de este castigo es clara: tenebrosidad, llanto, desesperación, fuego, compañía
de demonios, lejanía y apartamiento de Dios, bajo una sentencia infalible,
irrevocable, y lo que es peor, para siempre; eterno.
Aunque
los Testigos de Jehová se burlan del terrible pasaje propuesto por el mismo
Cristo en Luc. XVI, 19-31, podemos asegurar que ésta descripción, como las
anteriores, no la hicimos nosotros, sino la Verdad Eterna. Consulta la
verdadera Biblia para concluir que las burlas que del infierno hacen los
directores de la Secta Tenebrosa, son manifestaciones de despecho: porque ellos
no quieren cielo, sino tierra: un paraíso terrenal por mil años; y como impíos
que son, desesperan de la eternidad bienaventurada. Quisieran que el infierno no
existiera; pero la sentencia está dada: "Entonces comenzaréis a decir:
comimos y bebimos en tu presencia y enseñaste en nuestras plazas. y os dirá: no
sé de dónde sois; apartaos de mí todos los que obráis la iniquidad. Allí será
el llanto y el rechinar de dientes ..." (Luc. XIII, 26-27). Y la
ratificación final y universal en el último día: "Apartaos de mí,
malditos; id al fuego eterno..." (Mth. XXV-41).
Dios
es bueno pero al mismo tiempo es veraz; sus atributos se identifican con su
Esencia. Así, es infinitamente misericordioso e infinitamente justo sin dejar
de ser infinitamente amoroso y bueno. El que ejerza su infinita justicia
punitiva contra los rebeldes a su voluntad y contra quienes negaron la verdad
conocida, no le quita el ser infinitamente Bueno; antes es condición de su
Justicia el ser infinitamente Santo y conservar el orden de equidad rechazando
el mal y amando el bien.
Que
los falsos Testigos no te adormezcan la conciencia con una falsa esperanza que
en la Iglesia llamamos presunción. Es exponerse a la condenación el creer que
se salvará quien despreció a la verdadera Iglesia, pues siempre será verdad aquel
dicho de los teólogos patrísticos: "Fuera de la Iglesia no hay
salvación".
No hay comentarios:
Publicar un comentario