3/b.-". . . y sin El nada se hizo de
cuanto ha sido hecho".-Es el segundo hemistiquio del paralelismo con
que San Juan enfatiza poéticamente la anterior aseveración. Pero al mismo tiempo
es la exclusión del Verbo de las obras, de la creación, es decir, pone al Verbo
Creador fuera de todas las cosas creadas. Respuesta lapidaria al gnosticismo
que desembocaría en el furibundo arrianismo, herejía que señalaba al Verbo como
una criatura primera y privilegiada, pero al fin creatura; respuesta a nuestro,
mundo materialista que con soberbia inaudita quiere reducir a Jesucristo a la categoría
de "super-hombre".
4/a.--"En El había vida".- No
solamente la vida natural que regaló el Creador a los seres animados como
chispazo y aliento de su propia existencia; sino también, y sobre todo, la vida
divina por ser Dios en toda su esencia plenitud.
4/b.-". . . y da vida era la luz de los
hombres".-Esta vida sobrenatural es comunicada al alma humana, creada a
imagen y semejanza de Dios, y proviene del Verbo (gratia Christi), como la luz proviene
de su foco.- EI Verbo ilumina las almas
y las vivifica: "vida luminosa que irradiaba luz vital", comenta el P.
Bover. Y así como "todas las cosas fueron hechas por El y sin El nada se
hizo de cuento ha sido hecho' (3), de modo paralelo la santificación de toda alma
ha sido realizada por El y sin El nadie
ha sido santificado, porque de El como de un foco central irradia toda la
gracia: "de su plenitud todos nosotros recibimos y gracia por gracia",
confirmará más abajo el Evangelista (Jn. I-16).
5/a.-"Y la luz en, las tinieblas brilla".-
He aquí el contraste que se establece entre el Ser por esencia y el ser,
participado; entre el Absoluto y el contingente; entre la gracia y el pecado.
El es luz de vida; la criatura sólo tiene vida por iluminación recibida del
foco eterno que trasciende al tiempo y a la materia: el Verbo. Pero hay algo más
profundo: la vida sobrenatural que el Verbo comunica a las almas, ilumina y
llena su privación de gracia, privación comparable a las tinieblas, que son carencia
de luz. La Luz penetra las tinieblas sin perder su resplandor.
5/b.-". . .y las tinieblas no la
acogieron".- Esta es la queja del Evangelista y como el tema central del
Evangelio: Dios que viene a su creación y es rechazado por sus creaturas. Es de
particular importancia subrayar lo escogido de los términos que se
correlacionan en los dos extremos: la luz y las tinieblas. La luz es para
iluminar y disipar tinieblas; las tinieblas carecen de luz, hablan de su ausencia
y a nuestra mente se presentan como una indigencia que es necesario remediar.
Así la miseria espiritual de las criaturas frente a la donación del Padre en su
Hijo. La Encarnación se realiza, para remedio universal de la creación; pero la
creación prefiere quedar en tinieblas para no ser iluminada, pues la falsa luz
del pecado les hace desconocer su ceguera.
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