martes, 31 de marzo de 2015

Algunas Objeciones de los Testigos de Jehova(cont.)

OBJECIÓN 8.- SOBRE LA  SANTÍSIMA TRINIDAD Y DIVINIDAD DE NUESTRO SEÑOR  JESUCRISTO.-

Otras investigaciones (neutrales) también comentan, como en la prestigiada Enciclopedia Británica, que dice: "Ni la palabra Trinidad ni la doctrina explícita como tal, aparecen en el Nuevo Testamento; tampoco se propusieron Jesús y sus seguidores, contradecir el "Shema" (concepto) del Viejo Testamento”: "Oye, oh Israel: el Señor nuestro Dios es un (solo) Señor (en Deut. VI-4, y en Salmos 82 en la Biblia Católica, 83 de otras Biblias) dice”: "Y para que la gente sepa que , cuyo nombre es Jehová (o Yahvéh), solo Tú eres excelso (o el más alto) sobre toda la tierra.

La doctrina se desarrolló gradualmente en el transcurso de varios siglos, y en medio de muchas controversias ...  a fines del S. IV... la doctrina de la Trinidad adquirió básicamente la forma que ha mantenido desde entonces." (Ed. 1976 Micropedia Tomo X, pág. 126).

Y aún en fuentes católicas, como la nueva "Catholic  Enciclopedia"  declara:  "La formulación de "Un solo Dios en tres Personas no quedó formalmente establecida y ciertamente no se asimiló por completo en la vida cristiana ni  en su confesión de fe, antes del fin del siglo IV".

Según muchos textos de la Biblia Que se refieren al Espíritu Santo, Jesús y sus Apóstoles no se refieren al él como una persona, sino al . "espíritu de Dios mismo" o "Fuerza activa de Dios Padre";  y en Hechos II-4: " ... TODOS SE LLENARON DE ESPÍRITU SANTO" (y así en otras que concuerdan con el concepto).

Entre los Padres Apostólicos no había existido nada que siquiera remotamente se acercara a tal mentalidad o perspectiva. (1967, Tomo XXV p. 299).

Y, en la Enciclopedia Americana se puede leer: "...EI camino que llevó de Jerusalén a Nicea difícilmente fue recto. El Trinitarismo del siglo IV no reflejó con exactitud la enseñanza del cristianismo primitivo respecto a la naturaleza de Dios', manifestó al contrario un desvío de esta enseñanza" (1956 Tomo XXVII, pág. 2941).

De acuerdo con otras fuentes de información de prestigio, dicen que el concepto de la Trinidad ... de personas y de la unidad de naturaleza se define en términos filosóficos griegos; en realidad, estos términos no aparecen en la Biblia. Las definiciones trinitarias surgieron como resultado de largas controversias en las cuales ciertos teólogos aplicaron erróneamente a Dios estos términos y
otros, tales como "esencia", y "substancia" (Dictionary of the Bible John I McKenzie, S. J., 1965,     p. 899).

Quisiéramos que los católicos leyeran e investigaran todo esto y otros muchos conceptos, pues en buscar la verdad y aplicarla, o sea tomar conocimiento del Dios verdadero, está la salvación (como dice Jesucristo en Juan XVII-3).

SOLUCIÓN 8.- Te has prevenido, Testigo, y vienes muy bien equipado. Has señalado en tus libros un buen arsenal para argumentar, y de manera naturalista y hasta racionalista, buscas en la Biblia, las letras y las palabras mismas con qué los Padres concluyeron las controversias de los teólogos. Gracias a Dios, hubo estudio y controversia, pues así demostraron a los incrédulos que cuanto define la Iglesia, no está fuera de razón ni se opone a la Biblia.

A.- Si me pides que encuentre un texto bíblico que respalde la fórmula trinitaria, además del que te enuncié al principio, lo encontrarás en el Profeta Isaías VI-3: "SANTO, SANTO, SANTO ES YAHVÉ SEBAOT". Lee el contexto y encontrarás que este "Trisagio" proclama tres veces Santo a Un solo Dios por ser Uno en Esencia y Trino en Personas: Santo el Padre, Santo el Hijo y Santo el Espíritu: Consubstanciales y Eternos.

A ti te quitaron la fe de este Misterio y de los demás, porque los "Testigos" se glorían de haber acabado con los Misterios, y que ellos conocen a Dios mejor sin misterios que con misterios. Esta es una ilusión, porque al suprimir en Dios los Misterios que ti ha revelado, fabrican un Dios a su medida: humano y entendible, de modo que la mente humana, con su capacidad natural, pueda abarcar a ese Dios que se han fabricado.

No, Testigo: Eso no es adorar a Dios en espíritu y verdad. No en espíritu, puesto que le niegas el obsequio de tu fe y no lo aceptas tal como El Es, sólo porque no cabe en tu cabeza. No en verdad, PORQUE AL NEGAR SU IDENTIDAD ESENCIAL, YA NO ES EL DIOS VERDADERO. ¡Con razón le dicen Jehová y no Yahvé como es su verdadero nombre! Un Dios que combate su propia esencia será el "Alah" del Corán, pero no el Yahvé de la Biblia.

Con razón podremos ahora comprender el porqué se embrollaron en la interpretación de la Biblia y tuvieron que inventarse una Biblia para sí mismos y a su manera. Porque te digo, "Testigo", que NADIE PUEDE INTERPRETAR LA BIBLIA SI PRESCINDE DEL MISTERIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD Y SI IGNORA EL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN DEL VERBO CON DOS NATURALEZAS: LA DIVINA EN CUANTO DIOS Y LA HUMANA EN CUANTO HOMBRE.


lunes, 30 de marzo de 2015

Algunas Objeciones de los Testigos de Jehova(cont.)

OBJECIÓN 7.- LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Frecuentemente hablamos con los católicos acerca de la Trinidad. Yo he disputado con ellos basándome en textos bíblicos. Sobre todo en un punto de investigación del texto en griego de Juan 1-1, y lo he explicado tomando otras versiones, y porque se ha interpretado erróneamente.

Ahora bien, son muy numerosos los textos que desmienten sin duda alguna la Trinidad: ejemplos: 

                      * Jesús nunca dijo que Él era el Dios Todopoderoso hecho carne; pero en cambio, siempre dijo que Él era EL HIJO DE DIOS (Juan X-36), y que Dios Padre es MAYOR QUE EL  (Juan XIV-28).
                      * Jesucristo ora a su Padre (ver Juan XVII-3) "Esta es la vida eterna: que te conozcan a Tí, el único Dios verdadero y a Jesucristo, a quien has enviado" Notar que Jesús no se refirió a sí  mismo, sino a su padre en el cielo, como "el único Dios Verdadero".

                      * Este concepto es el mismo aún después de que Jesús fue resucitado y lleno de gloria celestial.-Ver en Juan XX-17: Jesús le dijo (a María Magdalena):  "Suéltame (o no me toques-en  otras Biblias ),  porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios" (Así que, para el resucitado Jesús, el Padre era su Dios, al igual que el padre era Dios para María Magdalena).

SOLUCIÓN 7.- ¡NO BLASFEMES!
 No haces más que repetir los textos que te han enseñado los Falsos Testigos de Jehová. No está el mal en los textos, sino en el Secuestro que se hace de ellos aislándolos del contexto para interpretarlos en sentido tendencioso. Todos los aplican para blasfemar contra la Santísima Trinidad y contra la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo.

Digo que son blasfemias porque ofende a Dios que sea negado un Misterio que El mismo se dignó revelarnos en la Sagrada Escritura. Y digo que te las enseñaron los Testigos, porque no haces más que repetir los mismos párrafos que ellos escriben en sus libros y con los cuales fanatizan a sus adeptos dictándoles a su antojo lo que ellos quieren que se crea en la secta.

Digo, en primer lugar, que estos Santos Misterios están revelados en la Biblia. Respecto de la Santísima Trinidad, el mismo Cristo mandó que la Redención fuese aplicada a las almas "en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu santo" (Mth. XXVIII-19).

"Nombre" es singular y rige a las Tres Personas, distintas por la relación de Paternidad, Filiación y Espiración: Principio y Procesión. Y en cuanto a la Divinidad de Cristo, es mayor el testimonio de los Apóstoles que el de los falsos testigos de la Torre de Broocklin; pues mientras éstos niegan, los Apóstoles afirman: "Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y nuestras manos tocaron acerca del Verbo de la vida; y la vida se manifestó y la hemos visto, y damos testimonio ..." ( I Jn. 1, 1-2).


De estos Misterios, sabemos su existencia por revelación, pero no alcanzamos con nuestra mente humana su explicación. La teología católica sintetiza lo que humanamente se puede decir con base en la Revelación (Biblia y Tradición Apostólica) y con base en la fe de toda la Iglesia. De aquí surge una fórmula que sintetiza la doctrina trinitaria: UNO EN ESENCIA Y TRINO EN PERSONAS. En el Catecismo nos enseñaron más extensamente esta fórmula, pero no quiero extenderme en eso, ya que por más que digamos no hemos explicado el Misterio: solamente se trazan los lineamientos por donde podemos discurrir, y de los cuales no debemos salirnos para no caer en herejía.

jueves, 26 de marzo de 2015

Algunas Objeciones de los Testigos de Jehova(cont.)

OBJECIÓN 6.- LA ADORACIÓN AL PADRE.
Respecto de las imágenes los católicos responden que se usan sólo como ayudas en la adoración
verdadera (o como objeto físico de inspiración, etc.).

¿Cree usted que eso es correcto si se atienden las palabras de Jesús en Juan IV, 23-24: (Otra vez las leeré de la Biblia Católica de Jerusalén) "Los adoradores verdaderos, adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que lo adoran. Dios es espíritu y los que lo adoran deben adorarle en espíritu y verdad".

Como usted puede recapacitar, los que confían en imágenes como ayudas para la devoción o culto, no están honrando a Dios "en espíritu", sino que dependen de lo que pueden ver con los ojos físicos.

SOLUCIÓN 6.- Veamos ahora el texto que citas de San Juan: "Los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que lo adoran. Dios es espíritu y los que lo adoran deben adorarle en espíritu y verdad" (Jn. IV, 23-24).

Este precioso texto nosotros más que nadie lo observamos: adoramos al Verdadero Dios, Espíritu Purísimo, infinito en toda perfección.

Estás muy mal informado si piensas que las Imágenes nos son necesarias para adorar a Dios. Las Imágenes no son esenciales del Catolicismo. Con Imágenes o sin Imágenes, no dejamos de ser católicos y conservar la integridad de la Fe. Aunque sacas de contexto esas palabras de la Biblia, sí tienen aplicación en nuestro caso. Veamos:
Cristo dijo estas palabras a la Samaritana, porque ella le presentaba la rivalidad entre Samaria y Jerusalén, en cuanto al culto de Dios los samaritanos adoraban a Dios en los "altos" o altares erigidos en los montes (en ese tiempo el Monte Garizim), en tanto que los judíos sólo adoraban y sacrificaban en el Templo de Jerusalén.

Esto no quita que Samaritanos y Judíos hubieran adorado a Dios en las Sinagogas o en el seno de su hogar o en su propia conciencia sin comunicación comunitaria.

Cristo se refería a la rivalidad. Dirime la cuestión dando la razón a los judíos, "pues la salud viene de los judíos" (22); es decir, el Salvador; pero anuncia una nueva era: la mesiánica, en que cesarían
los sacrificios de la Antigua Ley y el Padre sería mejor conocido, estableciéndose por la Redención un nuevo Culto, no de machos cabríos ni con sangre de toros, sino de la Gracia, la Verdad y el Sacrificio Redentor de Cristo. Pasaría con el Antiguo Testamento la época de las figuras materiales y llegaría en el Nuevo Testamento la realidad prefigurada en aquellas sombras.

Adorar al Padre en espíritu y verdad, no, quiere decir que se abstraiga el adorador de todo cuanto lo rodea y practique un culto abstracto, pues siendo hombre está inmerso en la materia de su propio cuerpo Y del medio ambiente. El mismo Cristo fue circuncidado, presentado, hizo peregrinaciones, adoró al Padre en el Templo, presidió el culto leyendo y explicando a Isaías en la Sinagoga, celebró todos los años de su vida la Pascua con el Cordero Pascual, inmolado, físicamente comido según el rito pascual Y lo hizo con su cuerpo, sus ojos, manos, pies, dientes, saliva, paladar, garganta, estómago... Se postró en el huerto hincando las rodillas en tierra y se ofreció a sí mismo físicamente al tormento y a la muerte...

Todo esto no hubiera sido válido ante Dios y se hubiera contradicho si no hubiera tenido intención profunda, convicción, conciencia y amor en su entrega personal, esto es, si no hubiera adorado al
Padre en espíritu y verdad.

El Señor, al instituir el Santo Sacrificio Eucarístico, en el Cenáculo, realizó actos y ceremonias físicas, pues nos dice pausadamente el Evangelio que tomó en sus manos el pan, elevó sus ojos, dio gracias, lo partió, dijo las palabras de la Consagración, dio a los Apóstoles a comulgar ... ¿No son éstos, ritos y ceremonias? ¿Con qué abstracción hubieras tú deseado que esto se hubiese realizado, si Cristo estaba en sí mismo física y espiritualmente?

Lo que tú pretendes, ni tú mismo lo puedes lograr. Solamente los Ángeles, a quienes no corresponde por naturaleza estar ligados a la materia.

Concluimos que la interpretación protestante de ese texto no es realista, sino "angelista". Para que el culto de Dios sea en espíritu y verdad, debe hacerse: 

       a)      Al Dios Verdadero: Mth. IV-10

       b)      Con el Culto verdadero: Malaq. I-11.

       c)       Con entrega de alma y facultades: Deut. VI-5

       d)      Con servicio de cuerpo, porque también de Él lo hemos recibido: ICor. VI, 19-20.

       Los incisos a) y c) hablan del culto espiritual.
       Los incisos b) y d) hablan del culto físico.


El espiritual no excluye al físico ni el físico al espiritual. Ambos se conjugan y complementan. Ambos son uno solo, como alma y cuerpo substancialmente unidos son el hombre.

Algunas Objeciones de los Testigos de Jehova(cont.)

          Medita esto y respóndeme.

OBJECIÓN 5.- LAS IMÁGENES, UNA IDOLATRÍA.
Hay muchos puntos que están en las Escrituras y que la Iglesia Católica ha ignorado; por ejemplo lo de las imágenes. Hasta en la Biblia Católica de Jerusalén dice enfáticamente en Éxodo XX, 4-5: "No te harás escultura ni imagen alguna de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay debajo de la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas ni les darás culto, Yahvé tu Dios, soy un Dios celoso"
(O Jehová en otras Biblias).

SOLUCIÓN 5.- Me tocas el punto siempre repetido por todos los protestantes, y por más que se les explica, siguen insistiendo para sorprender a los incautos, Este asunto es el conocidísimo de las Imágenes.

Dije "Imágenes", no "ídolos" ni "dioses".
Porque imagen significa semejanza, semblanza, retrato; no identidad ni menos persona y jamás "divinidad".

El texto que me presentas, tan conocido, habla de la prohibición de hacer ídolos; esto es, hechuras humanas a las que se les atribuyera el carácter de divinidad o poderes divinos. Y esto sucedió porque los Israelitas, después de una estancia de muchas generaciones en medio de los egipcios, quedaron muy inclinados a la idolatría. Así como hoy los protestantes tienen miedo de caer en la idolatría, porque no saben abstraerse de la materia por medio de la imagen.

¿Cómo entiendes tú, hermana, que el mismo Dios que prohibió hacer este tipo de imágenes, haya mandado a Moisés ejecutar imágenes de querubines sobre el Arca de la Alianza? ¿Y que El mismo Dios hubiera inspirado a Besalel fundir y esculpir estas imágenes de lo celeste así como las de animales y plantas para adornar el Arca; y luego a Salomón para adornar el Templo? (Consulta Ex. XXXV, 30-35; XXXVII, 6-10; XXXVIII, etc.; I Re. VI-23 sgs.). Nosotros lo entendemos así: porque Dios prohibió hacer imágenes para adorarlas. Y El mismo mandó hacer imágenes, unas como simbolismo y otras como adorno, pero no para que fueran adoradas.

¿Y cómo entiendes tú que mandara a Moisés fundir una serpiente de bronce y ponerla en alto y que por medio de ella diera salud al pueblo si alguien, mordido de serpiente la veía? (Núm. XXI,    8-9). ¿Acaso Dios mandó la idolatría y la respaldó con curaciones milagrosas?

Más todavía: el Mismo Cristo se compara a esta serpiente y nos explica su misterio y significación anticipada: "Así como Moisés puso en alto la serpiente en el desierto, así es necesario que sea puesto en alto el Hijo del Hombre, para que todo el que crea en El alcance la vida eterna" (Jn. III, 14-15).

Desde hace 2000 años tenemos en la Iglesia Católica una preciosa reliquia que tú has de conocer: La Sábana Santa, en Ia que la ciencia de las distintas épocas y la exigente ciencia actual,  comprueban que en ella estuvo envuelto el Cuerpo muerto de Nuestro Señor Jesucristo, y quedó milagrosamente impreso con todas las llagas y señales de la Pasión. ¿Crees tú que vamos a caer en el escrúpulo protestante y la vamos a quemar por no idolatrar? Gracias a Dios los católicos no estamos inclinados a la idolatría, porque sabemos distinguir entre adorar y venerar, y entre la identidad, la semejanza, el símbolo, la analogía, la divinidad, la persona, la humanidad, la materia, lo abstracto, lo concreto, lo relativo y lo absoluto. Los protestantes hacen bien en abstenerse de imágenes, porque sí están inclinados a la idolatría.

Y digo esto porque ellos están apegados a la letra de la Biblia y no a su espíritu o sentido. Y dice San Pablo que "la letra mata pero el espíritu vivifica" (II Cor. III-6). Quiero preguntarte: ¿Acaso cada Biblia no ha sido hecha por los hombres?. AIIí trabajaron con máquinas y con sus manos, los fabricantes del papel, los de la tinta, los de las máquinas impresoras, los prensistas, los encuader- nadores, etc.. Vista la materialidad, cada Biblia es una obra humana. Y las letras del alfabeto que contienen ¿no son invención humana? ¿ Acaso los católicos los fustigamos diciéndoles "bibliólatras" porque conservan con cuidado ese Libro, lo colocan reverentemente en lugar princi-
pal, lo besan y hasta juran por él y sobre él? No somos tan cerrados ni tan tontos. Sabemos que una cosa es la materia y otra la Palabra de Dios consignada en esa materia. Y la misma Palabra de Dios, no es Dios mismo. Pero no nos escandalizamos, antes alabamos el respeto que le tienen a la Biblia.


Pues de la misma manera, las imágenes en el catolicismo: sólo son retrato de los que en vida vivieron en gracia de Dios y ahora en los Cielos viven y pueden interceder por nosotros, y sus ejemplos son como saludables estímulos para nuestro proceder. San Pablo mismo invitaba a los fieles: "Sed mis imitadores". (I Cor. IV, 16).

martes, 24 de marzo de 2015

Algunas Objeciones de los Testigos de Jehova(cont.)

La Tradición Apostólica tiene el mismo valor que la Sagrada Escritura, pues los Apóstoles indistintamente instruían a los fieles usando ambos medios: veamos este ejemplo: "Sed constantes y mantened fielmente las tradiciones en que fuisteis adoctrinados, ya sea de viva voz, ya por carta nuestra" (II Tes. II - 15). "De viva voz" es la Tradición: "por carta nuestra" es la Escritura.

Recibir y transmitir constituye una Tradición. San Pablo así lo hace constar en I Cor. XI-23:“ ..
Pues yo recibí del Señor lo mismo que os transmití a vosotros ..."  Les habla de la Misa o Cena del Señor, que los Corintios ya celebraban antes de que San Pablo les consignara por escrito lo que ya antes les había enseñado de palabra. Luego las enseñanzas de los Apóstoles o Tradición Apostólica
fueron constitutivas, instructivas y Palabra de Dios.

Paralelamente a la Tradición tenemos la Biblia. Y la tenemos íntegra y pura. El Protestantismo, después de robarnos la Biblia, la mutiló quitándole siete Libros. Estos Libros son: Tobías, Judit, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc, I y 11 de los Macabeos. Además, suprimieron pasajes de Esther y Daniel. Al principio de su separación, Lutero suprimió Libros y partes del Nuevo Testamento, pero sus amigos lo persuadieron que los reconociera. Actualmente los protestantes editan mutilado el Antiguo Testamento pero íntegro el Nuevo.

Tú mismo reconoces, Testigo, que la Biblia no se puede cambiar ni eliminar. Efectivamente, el mismo Espíritu Santo sella toda la Revelación desde el génesis hasta el Apocalipsis, con estas palabras: "Si alguno añadiere algo a ellas, Dios añadirá sobre él las plagas escritas en este Libro. Y si alguno quitare algo de las palabras del Libro de esta profecía, DIOS quitará su parte del árbol de la vida y de la Ciudad Santa que han sido descritas en este Libro" (Apoc. XXII, 18-19). Quiero preguntarte, estimado Testigo, y me lo vas a decir en tu próxima carta: ¿Por qué los Testigos de Jehová se hicieron responsables de quitar y añadir y hasta adulterar a ciencia y conciencia la Palabra de Dios? ¿No crees que los que hicieron este pecado merecen que les caiga la maldición que Dios escribe en estos versículos? i Bastaría esto para huir de ellos !

La Iglesia ha velado siempre por la conservación y pureza del Texto Sagrado, pues cumple el mandato del Espíritu Santo cuando dijo por San Pablo a la Sucesión Apostólica: "Oh, Timoteo conserva el Depósito dando de mano a las profanas palabrerías y contradicciones de la mal llamada ciencia, de la cual algunos, haciendo alarde, erraron
en la Fe". (I Tim. VI - 20).

Nadie ha trabajado tanto por la Biblia, pues los mismos protestantes se quedan estupefactos cuando conocen los Institutos Bíblicos Católicos de Roma y Jerusalén. Este último conserva la Biblioteca Escriturística más grande del mundo. Y así en todas las naciones, sin hacer alardes como los Testigos, que mantienen una enorme y modernísima editorial en Broocklyn y otras partes, pero para difundir errores corrompiendo cada vez más el Texto Sagrado y su auténtico sentido.

La Iglesia, al recibir la Biblia y la Tradición Apostólica, recibe también el Magisterio para conservarla, interpretarla y enseñarla a los fieles. Lee lo que dijo Nuestro Dios y Señor Jesucristo, cuando encomendó la Iglesia a San Pedro: "Apacienta mis corderos... Pastorea a mis ovejas" (Jn. XXI, 15-17). Se entiende que en una Institución como la Iglesia, en la que se encomienda la conducción de las almas a la vida eterna, esto se hará por la verdad sin mezcla de error alguno, y  que en ella ha depositado Cristo los medios de salvación, como son los Sacramentos, la Gracia, la Divina Revelación. Luego le compete administrar estos medios, y por lo mismo, interpretar la Revelación y enseñarla. Así lo estableció Cristo cuando mandó a los Apóstoles: "Id y enseñad". Id, los constituye en mensajeros, en auténticos Misioneros con mandato y misión divina, y su oficio es enseñar: ¿qué? el Divino Mensaje, la Buena Nueva; y ésta se encuentra en la Tradición y en la Biblia. Luego la Iglesia tiene potestad para interpretar la Divina Revelación y enseñarla a los fieles.

Dices que "ningún mandato debe estar sobre las Santas Escrituras". Así lo creo y así se nos enseña en la Iglesia. Pero el Magisterio Eclesiástico instituido por Cristo no está sobre la Escritura ni sobre la Tradición de los Apóstoles. El Magisterio está al servicio de la Palabra de Dios, no para añadir ni quitar, sino para conservar, interpretar y enseñar.

Tú te has rebelado contra este Magisterio divinamente instituido, y en lugar de hacer caso a la Iglesia, te has enseñado a ti mismo. Te creíste a ti y no a la Iglesia. Y por huir del yugo suave de la Santa Madre Iglesia, caíste bajo la tiranía de esos gringos que en sus libros interpretan por sí mismos, sin autoridad divina, pero eso sí, con una imaginación desorbitada la Sagrada Escritura; la tuercen conforme sus conveniencias y se erigen en Magisterio Infalible para lograr ganancias pecuniarias con la Palabra de Dios.

Y sin embargo, Cristo dijo a los Apóstoles y en ellos a sus legítimos Sucesores: "El que a vosotros oye, a Mí me oye; y el que a vosotros desprecie, a Mí me desprecia; mas el que me desprecia a Mí, desprecia al que me envió". (Luc. X-16).

Ni los fundadores ni los dirigentes de los Testigos de Jehová son sucesores de los Apóstoles ni ja- ' más han recibido mandato divino, La suplantación que hacen excluyendo al legítimo Magisterio, es  
desprecio de los Apóstoles, del mismo Cristo y de Quien lo ha enviado.


                                                                                                                   Medita esto y respóndeme.

viernes, 20 de marzo de 2015

Algunas Objeciones de los Testigos de Jehova(cont.)

OBJECIÓN 4.- UNIVERSALIDAD DE LA BIBLIA.
Es importantísimo el Texto de II Tim. III-16: "Toda la Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea enteramente completado, estando completamente equipado para toda obra buena".

Después de leer y recapacitar este texto bíblico, ¿cree usted que otro mandato fuera de las Santas Escrituras, está por encima de Ellas?

                         ¡Por supuesto que no! ¿Verdad?

SOLUCIÓN 4. – NO LA BIBLIA SIN LA TRADICIÓN  APOSTÓLICA.-
Dices que te convenciste que “la Biblia es la única base de instrucción que Dios dejó a los hombres".

Estás en un error, porque dime, Testigo, ¿qué fue antes y qué después? ¿La Biblia o la Tradición? Primero fue la Tradición, porque Adán y Eva contaron de palabra a sus hijos lo que había ocurrido en el Paraíso, y éstos, conservándolo fielmente, lo transmitieron a sus hijos y así se trasmitió la historia del pecado de la humanidad y la promesa del Redentor. A esto se llama Tradición, y es divina, porque en ella se conserva la palabra de Dios y en ella estriba la esperanza de salvarnos.

Después vendría Moisés y recibiría revelaciones de Dios y por inspiración divina consignaría por escrito lo que la Tradición conservaba y lo que él mismo recibía. Entonces, en el Antiguo Testamento fue primero la Tradición y luego la Biblia.

Esta primera parte de la Biblia se detiene al llegar el Redentor. De ella han vivido la piedad y religión del Antiguo Testamento y suministra base a la Iglesia naciente: pero falta la Segunda Parte, que es el Nuevo Testamento.

Cristo nada escribió, y de los Apóstoles sólo seis recibieron la inspiración divina para escribir.

Pero cuando apareció el primer escrito apostólico, que fue el Evangelio de San Mateo, ya habían pasado más de veinte años en que nada del Nuevo Testamento había sido escrito. Sólo se conservaba de boca a oído y por la práctica, lo que ,cristo había predicado y lo que había mandado hacer.

Entonces, ¿cómo es que los primeros cristianos eran instruidos, eran bautizados y rezaban el Padre Nuestro y practicaban la Misa y los Sacramentos? No había nada de esto escrito en los primeros veinte años; y muchos murieron antes del Primer escrito apostólico.

Por eso debes comprender que la Tradición también fue primero en el Nuevo Testamento antes que la Biblia; y que por Tradición conocemos muchos puntos básicos constitutivos de la Iglesia y muchos detalles del Culto y la piedad. Al final del siglo primero que llamamos siglo apostólico, la Tradición nos cercioraba infaliblemente cuáles y cuántos son los Libros Sagrados, y con esta Tradición queda autorizada la Biblia misma, ya que en toda la Sagrada Escritura no se encuentra una lista de los Libros Sagrados que nos demuestra expresamente los Libros que deben ser tenidos como Palabra de Dios.

De lo dicho anteriormente podrás entender que nosotros los Católicos tenemos un precioso
Depósito que llamamos Revelación, y éste se manifiesta en la Tradición y en la Biblia.

Por Tradición entendemos todo lo que los Apóstoles predicaron de viva voz y practicaron como bases constitutivas de la Iglesia. La llamamos TRADICIÓN APOSTÓLICA. Los protestantes protestan
contra la Tradición y la confunden con las tradiciones humanas que Cristo reprueba en Mc.VII, 3-23. También nosotros reprobamos las tradiciones humanas que pretenden usurpar y entorpecer
la observancia de la Divina Revelación.

Pero cuando nosotros hablamos de Tradición Apostólica, nos referimos a lo que siempre y en todas partes ha conservado la Iglesia, enseñado y practicado, como enseñado y practicado por los Apóstoles y que Ellos mismos transmitieron de viva voz sin consignarlo en la Biblia. Tienes como ejemplo el Credo y las Palabras de la Consagración de la Misa.

El Apóstol San Pablo nos enseña que esta Tradición es cosa medular en la Iglesia, tan divina como la Biblia y tan Palabra de Dios como la que consignaron por escrito los Profetas. Dice así en (I Tes. II-13): "Habiendo vosotros recibido la Palabra de Dios que de nosotros oísteis". No dice leísteis, sino oísteis. Luego era palabra hablada, no escrita. Esto es Tradición, y consta que el Apóstol dice que es "Palabra de Dios".


En la II Carta a Timoteo, Cap. II-2, manda transmitir de palabra lo que él había enseñado de palabra: "... y lo que oíste de mí delante de muchos testigos, confíalo a hombres fieles, quienes sean idóneos para enseñar a su vez a otros".

miércoles, 18 de marzo de 2015

Algunas Objeciones de los Testigos de Jehova (cont.)


OBJECION 3.- NO CITAN LA REFERENCIA DELTEXTO BÍBLICO.
 Ustedes no presentan la cita numérica cuando se refieren a la Escritura.

SOLUCIÓN 3.- LA SUBSTANCIA Y NO LA CORTEZA.
Me reclamas que en mis respuestas anteriores no hago citas numéricas de la Escritura.

Te diré que hasta ahora he respondido de modo sencillo para no sobrecargar tu cerebro.
Sin embargo, quienes tienen experiencia en este tipo de confrontaciones, me han dicho que, tratándose de los "Hermanos Separados" y más de los "Testigos", se hace necesario presentarles la letra de la Biblia, que es lo único que admiten (y eso algunos Libros). Como dicen que lo que no está escrito en la Biblia, no existe, quieren por la Biblia comprobar hasta el funcionamiento de las locomotoras.

Entre nosotros no se prohíbe la Biblia a nadie, con tal de que sepa lo que trae entre manos y escuche la última palabra de la interpretación del Magisterio Eclesiástico. Porque aquí no se da el Texto Sagrado a nadie que no esté preparado con la humildad y la ciencia: no sea que la soberbia le aconseje constituirse maestro y quieran enseñarse a sí mismos y a los demás, como sucede en el Protestantismo y sobre todo en los Testigos de Jehová, y resulten cismas y sectas con la perdición de muchos.

Si has leído la Biblia, recuerda que San Pedro nos dice que las Epístolas de San Pablo contienen muchas cosas difíciles de entender: "en las cuales hay algunas cosas difíciles de entender, las cuales los indoctos y poco asentados tuercen lo mismo que las demás Escrituras, para su propia perdición" (II Petr. III,15-16). Luego necesitamos un guía autorizado. También en los Hechos (VIII,26- 38) se halla el pasaje del Eunuco Ministro de la Reina Candaces, que leía sin entender un pasaje de Isaías, y preguntado por San Felipe si entendía lo que leía, él respondió que le sería imposible mientras alguien no se lo explicara. Y gracias a la explicación que le dio Felipe, movido del Espíritu Santo, él pudo entenderlo y se bautizó.

Leamos también en San Lucas cómo los dos discípulos que se retiraban a Emaús, no habían comprendido las Escrituras, hasta que Nuestro Señor Jesucristo se las explicó para convencerlos que convenía que el Cristo padeciese y así entrase a la Gloria de su Padre. (Luc. XXIV, 25-27).

Y la razón es la que da San Pedro: "Sabiendo ante todo: que toda profecía de la Escritura no es obra de la propia iniciativa; que no por voluntad de hombre fue traída la profecía, sino que, llevados del Espíritu Santo, hablaron los hombres de parte de Dios" (II Petr. I, 20-21).  Lo cual se en tiende que, así como la Escritura no es palabra humana, su interpretación no puede ser humana. El hombre en particular no debe interpretar y cuando lo ha hecho, sucede lo que en los protestantes, que de la rebelión de Lutero que proclamó el libré examen de la Biblia, han  resultado más de mil sectas porque entre ellos cada cabeza es un mundo.

Sabiendo Cristo Dios que esta era la triste condición humana, instituyó un MAGISTERIO cuando dijo a los Apóstoles: "Id y enseñad" (Mth. XXVIII, 19). Esto es, haced discípulos, amaestrad. Ahora bien, no dijo id y haced maestros, sino que instituyó un magisterio donde ellos, los Apóstoles y sus legítimos Sucesores, tienen la facultad y asistencia divina para enseñar, y los demás deben sujetarse a sus enseñanzas.

Y aquí cabe distinguir. No dijo Cristo "Id y repartid Biblias": pues la lectura de la Biblia no es el medio normal para el conocimiento de Dios, sino la enseñanza, y claramente lo dice San Pablo: "La fe, por el oído" (Rom. X-17).

Al mismo San Pablo, cuando cayó a la entrada de Damasco, no le dijo Cristo: "Lee la Biblia", sino "Entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer" (IX-6). Y allá llegó Ananías con él y lo curó y fue bautizado. Porque a la Iglesia Dios la fundó para ser el medio de salvación, la prolongación autorizada del Ministerio de Cristo.

Pero tú has despreciado a la Iglesia y te has esclavizado a esos gringos que te dictan desde N. Y. Lo que ellos quieren que tú creas.