miércoles, 8 de enero de 2014

Quién y qué es un cristiano.

QUIÉN y QUÉ ES UN CRISTIANO.


Por el P. Manuel Robledo Gutiérrez, E. D.


En nuestros días, en que no basta que hayamos sido invadidos por toda clase de sectas heréticas ya existentes, sino que, además, han surgido otras de nueva fundación, es muy urgente delimitar los campos para distinguir lo verdadero de lo falso, ya que todas estas sectas tratan de cubrirse con el nombre "Cristiano", pretendiendo poseer la gloriosa filiación que nos ganó Cristo con su Pasión, Muerte y Resurrección, y tratando así de sorprender a los que, siendo verdaderos cristianos por el Bautismo, no han comprendido en su plenitud su grandiosa dignidad y pertenencia a Cristo Jesús, Redentor Nuestro y Cabeza de su Única y Verdadera Iglesia. (Cf. Ef. I-22-23).

Y como toda secta reformista alardea de haber purificado a la Iglesia verdadera y haberla restituido a los orígenes del Cristianismo, es muy urgente aclararlo todo desde la raíz, comenzando con el nombre de "Cristiano". Y lo haremos examinando la fe y las prácticas de los primeros cristianos mediante la Sagrada Escritura y la Tradición Patrística de los Siglos I Y II, y algunos del S. III para confirmación.

Cumplimos así la norma de San Atanasio, Obispo de Alejandría, gran Padre de la Iglesia muerto en 373, quien escribe: "Es razonable tratar de investigar la antigua tradición, la doctrina y la fe de la Iglesia Católica, la misma que el Señor comunicó, que los Apóstoles predicaron y que conservaron los Padres. La Iglesia en ella se funda, y si alguien de ella se aleja, mal podría seguir llamándose cristiano." (Carta primera a Serapión, 28-30).



I.- El Nombre.

Cuando Nuestro Señor Jesucristo prometió a San Pedro que sobre él, como roca fundamental, edificaría Su Iglesia, con este vocablo quiso significar "reunión", "asamblea", "convocación", "comunidad", todo esto pero en sentido religioso; conceptos contenidos en la palabra griega: EKKLESIA (hebreo = kahal.- mikra qodés = convocación santa); pero nunca le dió un nombre especial. Más tarde, cuando encomendó su Iglesia al mismo Apóstol, lo hizo encargándole sus ovejas y corderos, pero no denominó la Sagrada Institución con nombre alguno. (Cfr. Jn. XXI-15-17).

Al comienzo de la Iglesia, los judíos llamaban a quienes creyeron en Jesús, simple y despectivamente "galileos" o "nazarenos". Ellos mismos se llamaban "seguidores del camino", por cuanto Cristo es el camino y abrió camino hacia la gloria. En Hechos se llama al modo de vivir, "la vía" (Act. IX-2; XVIII-25; XXIV-22). Llamábanse también a sí mismos "seguidores del Nombre", esto es: del Poder Divino manifestado en Jesucristo por la Obra de la Redención. (Cf Mth. XVIII-20; Act. IV-12).

Más tarde, cuando San Pedro se estableció por larga temporada en Antioquía, los ciudadanos, al observar la organización del grupo formado por San Pedro en la enseñanza y prácticas de Cristo y unidos bajo la autoridad del Santo Apóstol, les dieron el nombre de "Cristianos" (Cf. Act. XI-26) Fueron, pues, los habitantes de Antioquía, quienes pusieron nombre a los seguidores de Cristo, mismo nombre que fue consagrado por el Espíritu Santo al usarlo San Pedro y San Lucas en sus escritos del Nuevo Testamento: v. gr: I, Petr. IV-16, y Act. XXVI-28).



II.- Cómo eran los Cristianos primitivos.

a) Testimonio de la Escritura.

Detenemos aquí nuestras investigaciones históricas y etimológicas sobre el Nombre, para escudriñar cuál era la fe y cuáles las costumbres con que los primitivos Cristianos hicieron honor a su nombre.

a) Creían en Dios Uno y Trino.- Condición indispensable impuesta por Cristo y exigida por los Apóstoles para que ellos recibieran el Bautismo: "Bautizándolos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mth. XXVIII-27).

b).-Aceptaban las enseñanzas de Cristo transmitidas por los Apóstoles y de viva voz.- "...habiendo vosotros recibido la palabra de Dios que de nosotros oísteis ... " (I Tes.II-13).

c) Escuchaban, guardaban y practicaban con reverencia y fidelidad la enseñanza de los Apóstoles: "...y perseveraban asiduamente en la doctrina de los Apóstoles" (Act. II-42).

d) Celebraban la Santa Misa y participaban de Ella.- "... y perseveraban... en la fracción del Pan Y en las oraciones." (Act. II-42).- "El Cáliz de la bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la Sangre de Cristo? El Pan que partimos, ¿no es acaso comunión con el Cuerpo de Cristo? (I Cor. X-16).

e) Recibían los Santos Sacramentos, que son siete:

/ Bautismo.- "...Ellos, pues, acogiendo su palabra, fueron bautizados; y fueron agregadas en aquel día como unas tres mil almas" (Act. II-41).

/ Confirmación._ "Oído esto, fueron bautizados en el Nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles Pablo impuesto las manos, vino el Espíritu Santo sobre ellos ..." (Act. XIX-5-6).

/ Penitencia.- (perdón de los pecados por el Bautismo y la Confesión) "Al oír esto, sintieron traspasado de dolor su corazón ... y fueron bautizados ... " (Act. II-37...41) "Confesad, pues, los pecados los unos a los otros" (Jac. V-16) Unos a otros, se entiende no de igual a igual, sino de laico a Sacerdote; de otro modo hubiera sido inútil la potestad conferida exclusivamente a los Apóstoles y a sus sucesores (Jn. XX-22-23).

/Comunión.- "Cuantas veces coméis este Pan y bebéis este Cáliz ..." (I Coro XI-21.- Consultar nuevamente I Cor. X-16).

/Unción de los enfermos.-"¿Está enfermo alguno entre vosotros? Mande llamar a los presbíteros de la Iglesia, y ellos oren sobre él ungiéndole con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y le reanimará el Señor; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados ..." (Sant.V-14-15).

/Orden Sacerdotal.- "No mires con negligencia la gracia que hay en ti, la cual te fue dada a causa de las profecías con la imposición de las manos del colegio presbiteral" (I Tim. IV-14).

/Matrimonio. - "Así como la Iglesia se sujeta a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo. Los varones, amad a vuestras esposas, como también Cristo amó a la Iglesia." (Ef. V-24-25).

f) Obediencia al Papa ya los Obispos.- (Después que San Pedro habló en el Concilio de Jerusalén) "...calló toda la multitud ... " "...y escuchaban a Bernabé y a Pablo ... " "Después que ellos hubieron callado, tomó la palabra Santiago ... " (Act. XV-12-13).

g) Llevaban una vida ajustada a la virtud.- "...vosotros, poniendo de vuestra parte toda diligencia, mostrad en vuestra fe la energía, en la energía la ciencia, en la ciencia la templanza, en la templanza la paciencia, en la paciencia la piedad, en la piedad el amor fraterno, en el amor fraterno la caridad ..." (II Petr. I-5-7).

h) Vivían en Gracia de Dios.- "... Y el conocedor de los corazones, Dios, dio testimonio a favor de ellos, dándoles el Espíritu Santo, lo mismo que a nosotros, y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando con la fe sus corazones..." (Act. XV-8-9).

i) Eran favorecidos de Dios con auténticos carismas.- Como una contraposición palpable a los engaños que habían sufrido en el paganismo: "Sabéis que, cuando érais gentiles, érais arrastrados, según que os impelían, a los ídolos mudos... (Mas ahora, en el cristianismo)...nadie puede decir "Señor Jesús", sino en el Espíritu Santo... (de esta manera) ... a cada cual se da la manifestación del Espíritu para el provecho común" (1 Cor. XII-2...3...7); (Cf. sgs...).

j) Huían de todo pecado.- Sobre todo los pecados de herejía y apostasía, que es el triste desenlace de la pérdida parcial o total de la fe, y de la lucha contra la verdad conocida: pecado contra el Espíritu Santo que no tiene perdón ni en esta vida ni en la futura (Cf. Mth. XII-31-32; Mc. III-29).- "Porque a los que una vez fueron iluminados y gustaron el don celeste, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y gustaron la hermosa palabra de Dios y las maravillas del poder propias de la edad venidera, y recayeron, es imposible renovarlos por segunda vez convirtiéndolos a penitencia, cuando ellos, cuanto es de su parte, crucifican de nuevo al Hijo de Dios y le exponen a pública ignominia" (Hebr. VI-4-6) (La imposibilidad de conversión radica en la pérdida voluntaria de la fe y en la contumacia de la voluntad).

k) Amaban con amor sobrenatural a Jesucristo.- "...al cual, sin haberle visto, amáis, y en el cual ahora, sin verle pero creyendo, os regocijáis con gozo inenarrable y rebosante de gloria" (I Petr. I-8).

l)Amaban entrañablemente a la Iglesia con amor filial.- "La Jerusalén de arriba es libre, la cual es Madre nuestra" (Gál. IV-26); (Cf. Ps. LXXXVI-5-6); (Cf. Apoc. XXI-2).


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