lunes, 13 de julio de 2015

Algunas Objeciones de los Testigos de Jehova(cont.)

Solución B.-Indulgencias.- ¿Quién protestó contra las Indulgencias y calificó de "venta" su predicación? ¿Una persona honrada, decente, equilibrada? No. Un sujeto cuya vida y milagros conoce todo aquel que haya visto algún esbozo de la historia universal:

Martín Lutero, fundador del Protestantismo; cuyos amargos frutos sigue sufriendo el mundo y de cuyas falacias tú mismo eres víctima, ya que los fundamentos de los Testigos son radicalmente protestantes.

¿Quiénes han hecho eco al mito de la venta de Indulgencias? Los sectarios de todas las denominaciones, incluyendo a los Testigos de Jehová, que no desaprovechan noticia verdadera o falsa para lanzarse contra la Iglesia. Los masones, los impíos, los que no tienen fe.

Para conocer lo que son las Indulgencias se necesita fe en las realidades sobrenaturales; fe en la autoridad espiritual de San Pedro, a quien dio el Señor poder de atar y desatar (Ver Mth, XVI -19) y para saber si fue venta simoníaca, se requiere leer la historia imparcial.

Quisiera borrar de tu mente esa mala impresión, aclarando:

a)      Que el tema de las Indulgencias ha degenerado, al grado de que la famosa Dra. Ikrám Antaki (siria y ortodoxa) ha afirmado en la radio que el Papa vendía pedazos de cielo.

b)      Quiero aclararte que en ese tiempo y en tiempos anteriores fueron emprendidas obras        monumentales en beneficio público, obras de misericordia, etc. bajo la promesa de una indulgencia para los cooperadores con su trabajo personal o aportaciones económicas.

c)       En estas ocasiones, se suplicaba a todos fueran generosos a proporción de sus posibilidades; pero si alguien no podía dar su trabajo o dinero, bastaba con rezar por el éxito de la obra, con ofrecer a Dios sus penas o enfermedades para ganar la Indulgencia.

Esto no es venta de indulgencias. Esto no es simonía, ni vender pedazos de cielo.

Tal ocurrió en el Pontificado de Julio II y se intentó en el de León X, para terminar la construcción de la Basílica de San Pedro. Como esta era obra de toda la Cristiandad, se hizo colecta en distintos países con gran entusiasmo de los pueblos; pero la difamación comenzó en Alemania por la rebelión de Martín Lutero, padre del protestantismo.

Es precisamente el protestantismo quien ha degenerado más el tema.

Solución C.-Corrupción Renacentista.- Es un hecho innegable que un notable porcentaje del Clero y hasta del Vaticano sufrió una crisis de moral y disciplina en los siglos del Renacimiento: concretamente, fines del XV y casi todo el XVI. Fue una relajación creciente, pero no hubo alteración de los dogmas; es necesario distinguir y afianzar.

También hay que afirmar que esa relajación no fue ni generalizada ni oficial; esto es, ni fueron todos, ni fue institucionalizada.

No todos, pues hubo en esa época santos y santas notables; el mismo Martín Lutero varias veces describió su propio monasterio como un modelo de austeridad y observancia, cosa que él mismo vivió, aunque después descalificara el mérito de las buenas obras, y por eso lo describía. El escándalo que el mismo Lutero causó por sus escritos, prédicas y conducta, las respuestas y polémicas con que eclesiásticos y seglares rebatían sus herejías y le echaban en cara su conducta, son testimonios de que si habían eclesiásticos observantes; también había cristianos fervorosos y Sacerdotes seriamente posesionados de sus obligaciones para con Dios y el prójimo. Lo dicen las grandes multitudes que seguían los jubileos e Indulgencias para ponerse en estado de Gracia, reconciliarse con Dios y el prójimo, para comulgar fervorosamente. Todo esto implicaba un cultivo de la piedad popular con un dinamismo tal, que agotaba a los pastores de almas. Lee la historia imparcial.

Me citas a "un escritor", tal como lo hacen las revistas de los llamados "Testigos", que nunca proporcionan datos precisos: nombre del autor, fecha del escrito, publicación, etc. Y aún así, habrá que ver las tendencias ideológicas del referido autor, conocido perfectamente en su casa, y si sus frutos son como los amargos frutos que dan los' "ex", que siempre muerden la mano de quien los favoreció, para justificar su separatismo. De mi parte; yo si autorizaría a las personas sensatas a caminar por los alrededores de las instalaciones de Broocklyn, pero sólo armadas de un Crucifijo y agua bendita, porque estoy convencido de que el demonio tiene su trono en esas instalaciones.

DlSTICIÓN: Después de responder a estos tres puntos históricos, quiero que distingas entre la Divina Institución de Jesucristo, la Iglesia como tal, y los hombres que la formamos. La Divina Institución es Santa, pues es Santo su Fundador, y puso en ella todos los medios suficientes para santificar a las almas. Ha dado óptimos frutos en todos los que, voluntaria y meritoriamente oyen su voz y siguen su dirección espiritual; con lo que se prueba que ella es Santa e Inmaculada.

Y que de esa Institución purísima sepas distinguir a los hombres que no oyen su voz ni siguen su dirección espiritual ni aprovechan los medios de santificación que Ella les ofrece. Estos frutos malos son responsabilidad personal de todo aquel que usó mal de su libertad de elección.


Uno y otros están en la Iglesia como están en el campo del Padre de familias: el trigo y la cizaña, y el mismo Padre impide que sean separados antes de la siega. Al final será la decisiva y la Iglesia brillará más con los auténticos hijos que siempre le fueron fieles y con los que de cizaña se convirtieron en trigo, por la gracia de Dios y amorosa paciencia de la Santa Madre Iglesia.

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