viernes, 19 de junio de 2015

Algunas Objeciones de los Testigos de Jehova(cont.)

Dos cosas quiero decirte: Que el siglo I (del año 0 al 99) lo dejamos exclusivamente para Nuestro Señor Jesucristo y sus Apóstoles, y lo llamamos "Siglo Apostólico", y no hubo nadie que se levantara a enseñar en presencia de Cristo o de sus Apóstoles, a quienes Cristo constituyó Maestros y Oráculos de su Iglesia. Sin embargo, al transcribir las palabras de los Santos Padres, te daré dos testimonios del S. I aún viviendo los Apóstoles.

La doctrina escrita o transmitida por Tradición Apostólica, la recogieron y conservaron sus inmediatos discípulos, que comienzan a descollar desde el S. II (del 100 al 199). Los Santos Padres no son la Tradición Apostólica, sino testigos y transmisores de las palabras de los Apóstoles, herederos de la interpretación de la Escritura que hicieron los Apóstoles.

Segundo, que en lo referente a los escritos de los Santos Padres, debes tener en cuenta: a) que muchos escritos fueron decomisados y quemados en las cruentas persecuciones de los Emperadores Romanos; por eso actualmente ignoramos lo que contenían; b) que las materias que tratan son las que se ofrecían al paso. No por fuerza se ofrecería escribir un tratado sobre la Santísima Trinidad, ni habrían de prever que tú, en el S. XXI les pedirías un testimonio de su fe trinitaria. Escribieron lo que las circunstancias les exigían.

Omitir no quiere decir negar o ignorar. Así, San Juan omite la narración de la Institución de la Eucaristía, pero no niega ni contradice a los Sinópticos Mateo, Marcos y Lucas, antes los refuerza consignando el discurso en que Jesús promete la Eucaristía (Ver Cap. VI Verso 25 al 70). Repito que omitir no significa ignorar o negar o contradecir.

Sin embargo, la fe trinitaria se manifestaba en la práctica: el Bautismo fue siempre administrado tal como lo mandó Nuestro Señor Jesucristo: "... en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo"; y esto siempre, en todas partes y sin interrupción. Y antes de bautizar instruían, y ya para bautizar preguntaban públicamente sobre la fe trinitaria de los Catecúmenos. De aquí nació el Credo o Símbolo de los Apóstoles.

Ahora bien: de los Documentos del Siglo Primero, tenemos la "Didajé" o "Doctrina de los Doce Apóstoles", que se escribió probablemente por los años setenta, viviendo aún algunos Apóstoles (S. Juan murió en 99).

En su parte litúrgica, manda la Didajé: "... Acerca del Bautismo, bautizad de esta manera: dichas con anterioridad todas estas cosas, bautizad en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo". (VI-3).

San Clemente Romano, discípulo inmediato de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, martirizado el año 98, escribe: ¿" ... O es que no tenemos un solo Dios y un solo Cristo y un solo Espíritu de Gracia ...? "Porque vive Dios y vive el Señor Jesucristo y el Espíritu Santo ..." (De la I Carta de San
Clemente a los Corintios; XLVI-6 y LVIII).


Del S. II te daré el de Arístides de Atenas, hacia el año 140. Dice sobre la fe de los cristianos:   " A Dios, Creador y Arquitecto de todas las cosas, reconocen en el Hijo Unigénito y en el Espíritu Santo; ningún otro Dios adoran fuera de El", (Apología, N. 15).

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