lunes, 21 de septiembre de 2015

Creo en la Santísima Trinidad(cont.)



II.- EXISTE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Aunque la materialidad de mis sentidos y la Imperfección y limitación de mis facultades espirituales no trasciendan al orden sobrenatural, no limitaré la eterna infinitud de Dios a mis pobres concepciones haciéndole caer dentro de mi capacidad de percepción y abstracción.

Yo sí estoy limitado. Pero Dios no.

Mas a pesar de que yo no pueda ascender a un orden superior al de mi propia naturaleza, Dios se digna elevarme a lo Sobrenatural y me da capacidad de conocerlo a Él en su íntima formalidad.

Testigo de esto es el Apóstol San Pedro.. que declara que Él nos hace "participantes de la Naturaleza Divina" (II Petr. 1-4). Y con esto nos eleva a la capacidad de conocerle en su intimidad. 

Porque así como en la Naturaleza Divina está el conocerse, amarse y gozarse a Sí el mismo Dios, así también, al participarnos Su Naturaleza, nos comunica la capacidad de conocerle, amarle y gozarle.

Por la frase "partícipes de la Divina Naturaleza" no se entiende una fusión directa o una emanación de la Esencia Divina distribuida entre nosotros; esto sería pensar de modo material: la Esencia Divina no tiene partes ni puede ser fraccionada, ni sale de Sí.

Se entiende de modo analógico; esto es, participación de algo que seda bajó el mismo respecto, pero de diverso modo.

Y así, Dios es El Ser y yo soy ser. Dios es el Ser Absoluto; yo soy ser contingente (igual no necesario). Dios es el Ser por Sí mismo; yo por participación.

De la misma manera puedo afirmar que, si las operaciones de Dios son de Sí y en Sí; esto es: se originan en Dios y en Dios se ejercen y consuman plena e infinitamente, lo cual se llama "operaciones inmanentes"; Él mismo, por su infinita bondad y misericordia, ha querido darnos la misma capacidad de operaciones proporcionalmente adecuadas a nuestro ser, creado y contingente, operaciones que tienen el mismo objeto: conocer, amar y gozar a Dios, en la exigua proporcionalidad de nuestra pequeñez.


Así salva Dios el abismo que existe entre mi nada y su Ser, entre mi contingencia y su absoluta necesariedad de existencia, entre mis carencias naturales y su infinita capacidad de operación y actualización eternamente presente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario