viernes, 11 de septiembre de 2015

Creo en la Santísima Trinidad.(inicio)

CREO EN LA SANTÍSIMA TRINIDAD

(por el P. Manuel Robledo, E. D. )

 “Esta es mi fe; pues es la Fe Católica”
(San Agustín.- Tratado de la Santísima Trinidad, I, 4-7)

Prólogo

En las últimas décadas se ha desarrollado en varios países y hasta en México, una secta de origen norteamericano fundada en la segunda mitad del siglo pasado: la Secta, que, evolucionada, llegó a llamarse "Testigos de Jehová".

Su origen y el trasfondo de su actual doctrina es protestante de cuño adventista - milenarista.

Pero a las consabidas herejías protestantes añade otras peores aún; cada una de las cuales bastaría por sí sola para destruir al Cristianismo - si destructible fuera - e impedir la salvación de las almas.

De estas últimas son las siguientes herejías:

a) Negación de la Santísima Trinidad.
b) Negación de la Divinidad de Jesucristo.
e) Negación de la existencia del alma...

No hace falta demostrar en este prólogo que las dos primeras (a - b) van entrelazadas, y la tercera anula toda la razón de ser de una Religión trascendente. Por lo que podemos concluir que la Secta de los "Testigos de Jehová" es la secta más perniciosa que ha aparecido en el curso de los siglos, y que se hace urgente y necesario combatirla y desenmascararla, como ya lo han hecho doctos apologistas en todo el mundo católico.
En el presente folleto no nos proponemos hablar de la Secta en sí misma: su organización, medios de proselitismo, puntos doctrinales y económicamente redituables...; sino únicamente rebatir la primera de las herejías arriba en numeradas. Folleto aparte merece la defensa de la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, que ellos atacan furiosamente.

Tomamos como base un cuaderno publicado por los dirigentes de la Secta y distribuidos inconscientemente por sus incondicionales propagandistas, a quienes compadecemos y perdonamos, dada su ignorancia y la desgracia de haber caído en las garras de esa secta diabólica. Ese cuaderno, plagado de blasfemias, se intitula con caprichosa ironía: "¿DEBERÍA CREER USTED EN LA TRINIDAD?"

Sabemos que es un deber católico y sacerdotal responder a sus blasfemias y proclamar públicamente nuestra fe en Ese Divino Misterio, a fin de prevenir a los católicos y consolidarlos en su Fe. Para lograrlo, expondremos sencilla y claramente la Fe Trinitaria de la Iglesia. No pretendemos desarrollar un "Tractatus de Trinitate" sino damos a entender con la ciudadanía no obligada a los altos estudios teológicos, y abrir los horizontes del Catolicismo a las personas de buena voluntad.


P. Manuel Robledo, E. D.

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