lunes, 18 de mayo de 2015

Algunas Objeciones de los Testigos de Jehova(cont.)

OBJECIÓN 23.- JESUCRISTO ES EL ÚNICO MEDIADOR

Nuestro Único Mediador es Cristo Jesús, como muy claramente nos lo dice el Apóstol Pablo en I Tim. II-5: "Porque uno es Dios, uno también el mediador de Dios y de los hombres, un hombre,
Cristo Jesús".

SOLUCIÓN 23.- HAY OTRAS MEDIACIONES  PARTICIPADAS Y SECUNDARIAS

¡El Único Mediador! Gran verdad irrefutable; absoluta verdad consignada por el Espíritu Santo en
I Tim. II-15. Y no sólo en ese lugar, sino también en: Rom. VIII, 34-37; II Coro V, 18 sigs.; Ef. I,5 sigs.; Col. I,5 sigs.; Hebr. VII-25; IX-15; 24; XII- 24; XIII-12 ... ¡Mira si lo sabemos los católicos!
Pero aquí viene nuevamente la concepción protestante nominalista en que no distinguen lo absoluto de lo relativo, lo propio de lo participado, ni menos la analogía.

Cristo es el único Mediador. No hay duda. Pero El quiso participar cierta mediación a algunos que,
conservando su ínfimo lugar de creaturas, pudieran interceder por otro, no de modo absoluto, sino relativo y condicional.

Ejemplos: la intercesión de la Virgen María en las bodas de Cana (Cons. Jn. II, 1-11). Aún al margen
de la negativa de Cristo: "¿Qué nos va a tí y a Mí?"Aún cuando no era el tiempo oportuno: "aún no ha llegado mi hora", Ella ordena a los que ayudan: "Haced lo que El os diga". Y Cristo realiza su primer milagro público, por el cual creyeron sus discípulos. 'He aquí una intercesión de Alguien a quien le fue otorgado el permiso de interceder.

Tenemos también una mediación entre los gentiles y Cristo: los Apóstoles San Felipe y San Andrés,
interpuestos para lograr una entrevista con Jesús (cons. Jn. XII, 20-22).

En el Antiguo Testamento, Abraham intercede por Sodoma y Gomorra: (Gén. XVIII, 23-32; Moisés intercede por el pueblo y se atreve a pedir su propia exclusión si. Dios no atiende su ruego: (Ex.XXXII-32); y en XXIII-12 le responde Dios: "También esto que has dicho lo haré, pues has  hallado gracia a mis ojos y te conozco por tu nombre."

En el Libro de Job, último Capítulo, Dios mismo ordena a los amigos de Job: "... tomaos siete becerros y siete carneros, id a mi siervo Job y ofreceréis en holocausto por vosotros. Y Job mi servidor, intercederá por vosotros; así pues, tendré consideración a él para no afligiros ..."         (Job XLI- ). No se da atribuciones divinas a Job, sino que se le mantiene en su ínfima condición de creatura y siervo, pero se le nombre intercesor en este caso.

En el II Libro de los Macabeos se lee que el Macabeo tuvo una revelación y vio al Sumo Sacerdote Onías "tendía sus manos orando por toda la comunidad de los judíos. Después se le apareció del mismo modo otro varón, distinguido por la blancura de sus cabellos y por su dignidad, nimbado por una admirable y magnífica majestad" Onías, tomando la palabra, dijo: "Este es el amador de sus hermanos, el que ore mucho por el pueblo y la ciudad santa: Jeremías, el profeta de Dios"       (II Mac. XV, 12-14).
Y no me salgas con que los Libros de los Macabeos son apócrifos, porque tú no tienes autoridad para eliminarlos del Canon; porque la Iglesia, basada en la Tradición Apostólica, definió su canonicidad e inspiración divina.

De todo esto tenemos que concluir que nuestro Único Mediador ha querido oír a quienes en la tierra estuvieron más cerca de El. Y esto, fuera de los cálculos humanos, pues en el Cuerpo Místico
la Cabeza comunica aquellas perfecciones que son comunicables para enriquecimiento y perfección del Cuerpo. Quiero decir que los Santos, por voluntad de Dios, también ruegan por nosotros, no de modo absoluto, sino en su pequeñez suplicante, exponiendo a Dios sus deseos. Consuélate en saber que tu Mamá ruega a Dios por tí.


De aquí se sigue que "Nuestro Señor Jesucristo es el ejemplo que debemos seguir", como muy bien escribes, y yo añadiría que el único ejemplo. Pero conforme a lo expuesto en mi párrafo anterior, nada quita que también nos fijemos en aquellos que mejor le imitaron; porque siendo hombres y mujeres de todas las edades y condiciones, sujetos a las mismas miserias y tentaciones que los demás, triunfaron a través de muchas tribulaciones y pueden servirnos de estímulo: ¿qué hicieron? ¿cómo lo hicieron? ¿qué dificultades pasaron? ¿qué obstáculos vencieron? ¡Y todo por  seguir e imitar al Único Mediador, Nuestro Señor Jesucristo!

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