Por
eso también los Santos son un débil pero estimulante modelo que nos anima a
alcanzar al Único y Supremo modelo que la universalidad de las almas debe
seguir Son como espectadores de
nuestra
lucha, que nos anima. Dice San Pablo a los Hebreos: " ... teniendo tantos
testigos que a
manera
de nube nos rodean, sacudiendo toda asedía, corramos por medio de la paciencia
la carrera que tenemos delante, fijos los ojos en el Jefe iniciador y
consumador de la fe, Jesús, el
cual
..." (Hebr. XII, 1-2).
Te
ruego que no pienses con mentalidad protestante. Para los protestantes (los de
Lutero y Calvino), Cristo lo es todo, con tal que esté solo e inaccesible. Para
los .católicos, Cristo lo es todo y
participa
su perfección a todos los que el Padre llama para hacerse "conformes con
la imagen de su Hijo" (Rom. VII-29). Pero tampoco se ha aislado como
modelo, ya que San Pablo se presentaba a sí mismo como ejemplo para los
cristianos, subordinado pero estimulador, y les decía: "Sed mis
imitadores
como yo lo soy de Cristo" (I Cor. IV-16; XI-1).
Ahora
bien, y en ocasión de lo que dices, vuelvo a lo mismo de la divinidad de
Cristo: ¿Cómo pueden los Testigos de Jehová pedir a Dios en el nombre de su
amado hijo (con minúscula lo escribes) si no reconocen que es Su Hijo (con
mayúscula), esto es: "Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
Verdadero
de Dios Verdadero; Engendrado, no creado, consubstancial al Padre"? - Con
qué cara se presentan ante Dios a pedir por Jesucristo, si antes han propalado
de casa en casa que no es Dios y han quitado la fe en su consubstancialidad con
el Padre y el Espíritu Santo?
Reflexiona,
Testigo, que esas peticiones sólo son paliativos a la conciencia. Si viene
alguien a pedirte algo por el amor que le tienes a un hijo de tus entrañas
diciéndote: "tela pido por ese expósito que recogiste del basurero y lo
tienes de lástima en tu casa aunque con el interés de que te sirva de criado, y
que por pura bondad tuya le llamas hijo…" Creo, Testigo, que te haría una
gran ofensa, y por mucha compasión que le tuvieras, antes le harías una
caritativa aclaración. Y si insiste y lo propaga y quita a los vecinos la buena
idea que tenían de tu hijo y de tu paternidad, lo calificarías de perversísimo.
Pues
para que normes tus peticiones, recuerda que el Señor dijo a los Apóstoles:
"... En aquél día, pediréis en mi nombre y no os digo que Yo rogaré al
Padre por vosotros, puesto que el Padre, el mismo, os ama, porque vosotros me
habéis amado y habéis creído que Yo de Dios salí”.
(Jn.
XVI, 26.27) ( medita Jn. I,1).
¿Más
claro? Aplícalo a tus peticiones y suplica por Jesucristo, Dios y Hombre
verdadero, que te devuelva la verdadera fe. Ojalá algún día te veamos en tu
auténtica Iglesia Católica, pedir con el
Sacerdote
en la Liturgia del Santo Sacrificio de la Misa: "...por Nuestro Señor
Jesucristo, Hijo tuyo,
quien,
por ser Dios ,vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los
siglos de los siglos.
Amén".
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