viernes, 2 de octubre de 2015

Creo en la Santísima Trinidad(cont.)



La misma contemplación penetrando más a fondo
Sin salir del conocimiento analógico, pues nuestro humano entendimiento no puede ascender a lo sobrenatural sin la ayuda de la analogía, podemos penetrar más a fondo en la contemplación de la Santísima Trinidad inquiriendo el Origen de cada Una de las Divinas Personas, esto es, su Procedencia.

Por ser Dios perfectísimo en su propia esencia, es infinito en todo su Ser y Operar. (Cf. Rom. Xl-33).

Dios es el Ser esencialmente viviente, y su Vida se expresa en sus actos inmanentes: Él es infinitamente inteligente e infinitamente amante.

Inteligencia y Voluntad Divinas tienen su objeto adecuado. El objeto perfecto para el Entendimiento Divino es la Verdad Absoluta: la Esencia Divina. Y el objeto adecuado para la voluntad divina es el Bien Sumo: Dios mismo.

En cuanto al Entendimiento Divino, sólo puede ser pleno y perfecto su entender cuando contempla lo único que puede saciar su tendencia a la Verdad Absoluta, y es el mismo Dios, la Esencia Divina. Así pues, Dios se conoce a Sí mismo con conocimiento infinito y eternamente perfecto.

La Inteligencia Divina, al contemplar la Divina Esencia, abstrae la misma Esencia y genera una Idea de Sí mismo, con tal perfección, que es igual al que la abstrae e idéntico en Esencia; pero Distinto en la relación que de esta operación inmanente surge: la filiación con respecto a la Paternidad que la origina. Y así, declara el Credo: "Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero".

Esta Idea Subsistente es el Logos o Verbo que San Juan contempla al contemplar a Dios en Dios: "En el principio era el Verbo" (Jn. 1- 1).


Y así como la idea que abstrae nuestro entendimiento surge en el entendimiento y en él permanece, siendo el término de su actividad y la razón de ser de su dinamismo: así también el Verbo permanece en Dios, pues tanto la inteligencia como la intelectibilidad de Dios son de Dios, están en Dios, operan en Dios, tienen por objeto a Dios y en Dios se realizan: son inmanentes. Por eso dice San luan: "Y el Verbo era cabe Dios ". "Cabe", que significa en Dios, con Dios, frente a Dios, ante Dios, pero en el mismo Dios, en el seno de Dios, en su Ser. (Cf Jn. I - 18; III - 13)


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