lunes, 7 de diciembre de 2015

Jesucristo es Dios(inicio)




JESUCRISTO ES DIOS

Por el P. Manuel Robledo, E.D.

                                               PROLOGO

En el folleto que intitulamos “CREO EN LA SANTISIMA TRINIDAD”, respondimos a las blasfemias con que la secta de los “Testigos de Jehová” pretende negar este Divino Misterio. En el presente nos dedicaremos a responder a las consecuencias que se seguirán de la negación de este Dogma; esto es: la negación absoluta de la Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, que sobre esa base falsa propalan dichos sectarios. A este fin deseamos que en todo este escrito se halle una radical afirmación: “JESUCRISTO ES DIOS”.

Los Testigos de Jehová atacan ambos Misterios con una negación recíproca: puesto que no hay Trinidad, no pudo haberse encarnado un Verbo no existente; y viceversa: si Cristo no es Dios, no hay tal Persona Divina Encarnada: luego no existe la Trinidad. Este es el meollo de su herética argumentación.

En esta refutación no espere el lector un tratado exhaustivo. Saludaremos , apenas y de lejos, lo que la Sagrada Escritura y la Teología Católica enseñan sobre el Verbo Encarnado; sin embargo, nos esforzaremos por consignar y explicar los puntos fundamentales y, consiguientemente, por responder las blasfemas negaciones de los sectarios.
                                                                                                              El Autor


PRIMERA PARTE


EL MISTERIO DE LA ENCARNACION

  EN LOS DATOS DE LA REVELACION Y

                                     EN EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA

1.- NEXO:

Probada ya la existencia de la Santísima Trinidad: Padre, Verbo, Espíritu, tres Personas distintas y consubstanciales, fijemos ahora nuestra mente y atención en el Verbo, pues El ha querido tener con nosotros una relación preferencial y exclusiva:

a a)  Origen del Verbo.- Eternamente engendrado por el Padre mediante su Entendimiento en operación inmanente de entenderse a Sí mismo con intelección divina, y por ende substancial en la naturaleza divina: Persona en sentido teológico. Es, con toda verdad y propiedad, Hijo Eterno del Eterno Padre.

   b)   Operación ad extra.- Las Tres Divinas Personas ejercen operaciones conjuntas al exterior de la Esencia Divina, que se llaman transeúntes o “ad extra”. Estas son propias o apropiadas. Y así, El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo crean el mundo con operación ad extra propia y común a las Tres: pero la teología apropia la Creación al Padre por ser Origen y Poder. Al Espíritu Santo se le apropian las obras de la Gracia por ser El, Término de Amor.

Sin embargo, aunque la Redención del género humano es obra ad extra común a las Tres Divinas Personas, la Encarnación con todos sus consectarios es propia y exclusiva del Verbo.

Nos ha sido revelado que Dios Padre determinó dar al mundo su Unigénito para salvarlo (Jn. III-16-17) y que el Espíritu Santo obró el milagro de la concepción del Verbo Encarnado (Luc. I-35), influyó en la actuación del Redentor (Luc. IV-1) y consolidó a la Iglesia Act. II-2). Pero la Encarnación se revela como obra ad extra del Hijo (Jn. I-14).

En este se4ntido, el Celebrante, mirando piadosamente a la Hostia Consagrada, recita esta oración en el Canon de la Misa: “Señor Jesucristo Hijo de Dios Vivo, que por voluntad del Padre y cooperando el Espíritu Santo vivificaste al mundo con Tu muerte…”


Mirando, pues, al Verbo, es propia y exclusiva suya la obra ad extra de la Encarnación y su actuación personal en la Redención de la Humanidad.

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