viernes, 22 de enero de 2016

Jesucristo es Dios(cont.)




8.- SIN EMBARGO, CRISTO ES UNO ONTOLOGICA Y PSICOLOGICAMENTE

La escritura nos demuestra, de labios del mismo Cristo, su unidad ontológica y psicológica en el Verbo.

Unidad Ontológica: “Salí del Padre y vine al mundo, nuevamente dejo el mundo y me voy al padre” (Jn. X-30): “Quien me ha visto, ha visto al Padre” (Jn. XIV – 9) Es, pues, Cristo y el Verbo Encarnado, un solo Ser: tienen la misma existencia, porque Cristo es el Verbo Encarnado, “no por conversión de la Divinidad en carne, sino por la asunción de la humanidad en Dios” (Símbolo Quicumque). Lo que le hace Uno es la Unidad de Persona, que es el Verbo. Este Es en Ambas Naturalezas, no con unión accidental, sino Personal o Hipostática, que comenzó en el primer instante de la Concepción y no cesará jamás.

La Asunción nueva existencia, sino sólo nueva relación. Es la Única Persona del Verbo la que determina la unidad de cada Naturaleza: una sola Persona exige una sola existencia substancial, que es, plena y totalmente, tanto en la Naturaleza Divina como en la Naturaleza Humana.  

UNIDAD PSICOLÓGICA.- Por otra parte, Cristo nos muestra una profunda conciencia de unidad con el Verbo, o sea, de ser el Verbo Encarnado: “Antes que Abraham naciese, Yo soy” (Jn. VII – 58) “Nadie sube al cielo sino el que ha bajado del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo” (Jn. III – 13).

“El Yo” de Cristo es “el Yo” del Verbo Encarnado; la conciencia psicológica personal de Cristo es la del Verbo Encarnado, y el Verbo sólo tiene conciencia de su Único Ser.


Es esta una exigencia de su Unión Hipostática, ya que ésta implica la Visión Beatífica de que goza la humanidad de Cristo por estar personalmente unida a la Divinidad, en que perfectísimamente se percibió a Sí mismo en su ser de Verbo Encarnado. Y estamos hablando del Verbo en su relación con la naturaleza Humana al encarnarse.   


      

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