lunes, 14 de marzo de 2016

Jesucristo es Dios III (cont.)




C.- Dos Sectas anticristianas.

La pugna actual la provocan dos sectas ya famosas por su impiedad: Mormones y Testigos de Jehová. De ambas sectas están apareciendo nuevos derivados. Los mormones profesan una tibia y volátil teología-ficción que llega a perderse en fantasiosas ambigüedades para dar a entender que Cristo es creatura, y quieren demostrarlo con una insostenible y contradictoria argumentación.

Los Testigos son absolutamente arrianos y matizan sus negaciones con ribetes adopcionistas. Ellos no sólo niegan categóricamente la Divinidad de Cristo, sino que la atacan con furia, aunque para disimular afirman tener esperanza en la muerte (en un poste) de Jesús Redentor. 


2.- RECHAZAMOS LAS BLASFEMIAS DE LOS TESTIGOS DE JEHOVA

Los dirigentes de la Torre de Broocklyn, N. Y., promotores y responsables de las numerosísimas ediciones de la Secta, hacen alarde de sabiduría citando libros, "eruditos" y "escriturarios"que sólo ellos conocen por ser de los suyos: han experimentado la favorable impresión que causa en las masas el apoyo de "personalidades" aunque sean anónimas.

 Se aventuran a citar la Escritura y a cotejar varias versiones, sacando por su cuenta promedios cabalísticos mediante un procedimiento de premisas prejuiciadas.
En sus muchas y constantes publicaciones, repiten hasta la saciedad que Jesucristo no es Dios, sino una creatura: un hombre perfecto preexistente a su venida como humano, privilegiado, pero solo una criatura: Arrianismo puro.

En el escrito jehovista que venimos examinando: "¿DEBERIA CREER USTED EN LA TRINIDAD?" resumen su doctrina antitrinitaria, que es su base fundamental para la negación de la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo; y por ser el objetivo de nuestra refutación, a este escrito nos concretamos, sobre todo a lo que contienen sus páginas12 a 20. En éstas han acumulado todos sus argumentos, que en general adolecen de los siguientes defectos:

A.- Proceden bajo una obsesión antitrinitaria. Les interesa demostrar que Cristo no es Dios, para destruir la Trinidad. Y viceversa, enfatizan su negación de la Trinidad para excluir a Cristo de la Divinidad.

B.- A este propósito, repiten constantemente, con oportunidad y sin ella, su negación de la Trinidad y de la Divinidad de Cristo, con manifiesto afán de grabar en la mente de los lectores estas dos negaciones. Son frases breves, directas, a quemarropa: parte de su proceso de lavado de cerebros.

C.- En todas sus frases y argumentaciones se descubre un sustrato de materialismo, de una mentalidad burda, hecha más para las finanzas y la mecánica que para la metafísica y la teología.

a) Ejemplo de frase materialista: "parte de una Deidad". (Ver en la misma publicación pág. 19/columna lª /párrafo 4).

b) Ejemplo de argumentación materialista: "Por ser Hijo de Dios, no podía ser Dios mismo", porque Juan I-18 dice: "A Dios nadie le ha visto jamás" (P.16/C.2/párr. c), - No sabemos si aluden a una generación carnal como lo hacen abajo (p. 16/ c.1/ párr. D), pues no hallamos relación entre sus palabras e ideas. Pero lo que sí sabemos es que en su alegato omitieron las inmediatas palabras: "...el Unigénito Hijo, el que está en el regazo del Padre mirándole cara a cara, El es quien le dio a conocer" (lb.). Adviértase, por la omisión y mutilaciones, el dolo con que los Testigos proceden. Bover, apoyado en el Magisterio de la Iglesia, explica: "A Dios, cual es en Sí, en su divina esencia, nadie le ha visto jamás en el mundo, ni con los ojos del cuerpo, ni siquiera con los ojos del espíritu. El Unigénito Hijo sí le ha visto, porque está eternamente en el regazo del Padre como vuelto el rostro hacia El y mirándole cara a cara; por esto El le dio a conocer, hablando de lo que sabía como testigo de vista. De ahí la diferencia entre la revelación del A. T. Transmitida por medio de siervos, y la revelación del N. T. Dada por el Hijo". (Nota de la Biblia, pasaje alusivo). Y no olvidemos aquel texto de Luc. X-22:

"y ninguno conoce quién es el Hijo sino el Padre, y quién es el Padre sino el Hijo" (Cf. Mth. XI-27).



No hay comentarios:

Publicar un comentario